Esta noticia aparecía en el periódico ABC de Sevilla el día 5 de Mayo de 2010, en ella se hacia referencia a un caso de expolio muy parecido al Caso Odyssey ocurrido en España en el año 2007, la diferencia radica en que en este nuevo caso de expolio subacuático el resultado ha sido funesto para el patrimonio y todo buen amante de la arqueología, ya que gran parte de las piezas encontradas salieron a subasta recientemente sin que las autoridades chinas pudieran hacer nada.
El tesoro fue hallado en 2004 por Luc Heymans, un “cazatesoros” de nacionalidad belga, tras obtener la información de unos pescadores que hallaron en la zona un naufragio de un junco chino. Durante los años 2004 y 2005 se procedió a sacar un ingente número de piezas, llegando a la cantidad de 271.000 entre las que se incluían porcelanas imperiales chinas y vasijas de cerámica de la dinastía Liao (907 – 1125), vasos de cristal iraníes, 4000 rubíes, 11000 perlas, 400 zafiros, piezas de oro, joyas, etc. Según las declaraciones del propio Heymans no existían restos de un pecio hundido, sino sólo una montaña de porcelana y objetos de una dimensión de 40 x 40 metros.
Tras 3 años de contacto con las autoridades indonesias, Heymans ha conseguido que se cambien las leyes sobre la protección del patrimonio existentes en Indonesia, además de que se autorice la subasta de gran parte del tesoro hallado, para conseguirlo ha acordado con las autoridades de Indonesia un reparto del botín, así como el 50% de los beneficios que se obtengan en la subasta.
La postura tomada por las autoridades de Indonesia supone una apertura y justificación al expolio, así como una peligrosa influencia a los países vecinos y que cuentan en sus aguas con un gran número de pecios que contienen multitud de riquezas y tesoros, entre los que se sabe que existen galeones españoles que comerciaban con Filipinas.
Tanto este caso del Heymans, como el caso del Odyssey son actos totalmente condenables y que atentan contra el patrimonio arqueológico, histórico y cultural, ya no sólo del país al que pertenecen dichos restos, sino a nivel mundial; ya que su estudio y catalogación sacarían a la luz más conocimientos sobre estos periodos antiguos de la historia. Además, el disfrute del patrimonio debe de ser para todo el mundo, y no sólo para aquellos que tengan dinero.
El tesoro fue hallado en 2004 por Luc Heymans, un “cazatesoros” de nacionalidad belga, tras obtener la información de unos pescadores que hallaron en la zona un naufragio de un junco chino. Durante los años 2004 y 2005 se procedió a sacar un ingente número de piezas, llegando a la cantidad de 271.000 entre las que se incluían porcelanas imperiales chinas y vasijas de cerámica de la dinastía Liao (907 – 1125), vasos de cristal iraníes, 4000 rubíes, 11000 perlas, 400 zafiros, piezas de oro, joyas, etc. Según las declaraciones del propio Heymans no existían restos de un pecio hundido, sino sólo una montaña de porcelana y objetos de una dimensión de 40 x 40 metros.
Tras 3 años de contacto con las autoridades indonesias, Heymans ha conseguido que se cambien las leyes sobre la protección del patrimonio existentes en Indonesia, además de que se autorice la subasta de gran parte del tesoro hallado, para conseguirlo ha acordado con las autoridades de Indonesia un reparto del botín, así como el 50% de los beneficios que se obtengan en la subasta.
La postura tomada por las autoridades de Indonesia supone una apertura y justificación al expolio, así como una peligrosa influencia a los países vecinos y que cuentan en sus aguas con un gran número de pecios que contienen multitud de riquezas y tesoros, entre los que se sabe que existen galeones españoles que comerciaban con Filipinas.
Tanto este caso del Heymans, como el caso del Odyssey son actos totalmente condenables y que atentan contra el patrimonio arqueológico, histórico y cultural, ya no sólo del país al que pertenecen dichos restos, sino a nivel mundial; ya que su estudio y catalogación sacarían a la luz más conocimientos sobre estos periodos antiguos de la historia. Además, el disfrute del patrimonio debe de ser para todo el mundo, y no sólo para aquellos que tengan dinero.
La suerte con que contamos hoy día es que la mayoría de países tienen leyes de protección sobre el patrimonio, tanto terrestre como subacuatico; así por ejemplo en España, como ya se ha señalado en una entrada anterior en el foro. A pesar de ello, miles de yacimientos están en peligro de ser expoliados, ya sea por la dificultad de su protección o bien por la ingente cantidad de yacimientos que hoy día no están catalogados aun por su desconocimiento.
Por Mario Ibáñez Dolader
Fuente consultada http://www.abc.es/20100505/cultura-patrimonio/indonesia-subasta-tesoro-expoliado-20100505.html
Fuente consultada http://www.abc.es/20100505/cultura-patrimonio/indonesia-subasta-tesoro-expoliado-20100505.html
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