Situada en un extremo de la cornisa del Aljarafe, la localidad de Valencina de la Concepción se caracteriza por ser uno de los lugares con mayores evidencias de poblamiento durante el periodo calcolítico y la Edad del Bronce (3000-1500 a. C). Junto a los restos del hábitat, se han conservado algunas estructuras funerarias, entre las que destacan de manera especial algunos dólmenes de dimensiones considerables. Se trata de los restos arqueológicos más antiguos que se conocen hoy en día en el área metropolitana y aún así han estado escasamente valorados.
Constantemente amenazados, tanto por el avance del urbanismo como por la falta de medidas de protección, destaca que no son un patrimonio descubierto hace poco. Después de muchos años de reivindicaciones por parte de historiadores, expertos y colectivos de proteccionistas, el yacimiento arqueológico, junto con los yacimientos de Castilleja de Guzmán, han sido catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), ingresando en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz. Estos vestigios del Calcolítico, unidos a los del Cerro del Carambolo en Camas, están llamados a formar parte del Parque Cultural del Aljarafe, garantizando así el compromiso del área metropolitana con su pasado.
El extenso yacimiento arqueológico cuenta con unas protecciones específicas que se iniciaron en 1931 con la declaración como Monumento de los dólmenes de La Pastora y Matarrubilla. Posteriormente, en el año 2003, se amplió esta declaración con la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz del conjunto dolménico de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán, compuesto por los bienes de interés cultural “dolmen de La Pastora”, “dolmen de Matarrubilla”, “dolmen de Ontiveros”, “dolmen en la urbanización Señorío de Guzmán” y “dolmen de Montelirio”.
Pero resultaba imprescindible unificar las protecciones individuales en un único expediente que comprendiera la realidad patrimonial y la complejidad de un enclave
arqueológico que, por su gran interés y aceptable estado de conservación general, merecía ser considerado como Bien de Interés Cultural.
Finalmente, a partir del Decreto 57/2010 de 2 de marzo, la zona delimitada de los términos municipales de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán se inscribe en el catálogo general del patrimonio histórico andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Zona Arqueológica.
Asimismo, el ayuntamiento de Valencina de la Concepción ha creado una bolsa temporal para peones de arqueología. Con una duración aproximada de doce meses, su finalidad es avanzar en el conocimiento científico de la zona. Las excavaciones arqueológicas están financiadas con 161.602 euros por la Consejería de Cultura, y se enmarcan en los trabajos previos a la construcción del futuro Centro de Interpretación del Calcolítico, proyectado por el Ayuntamiento de Valencina y la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte.
La actual catalogación como Bien de Interés Cultural, con la tipología de zona arqueológica, es una buena noticia que nos debe alegrar por el alto valor y la importancia del yacimiento a proteger y por la repercusión que va a tener en la zona a varios niveles: cultural, turístico, antropológico, frenar la especulación del suelo, etc., así como en la ciudadanía que podrá disfrutarlo. También es importante recordar la necesidad de la implicación ciudadana en la defensa del patrimonio, puesto que en esta catalogación también ha tenido su incidencia la presión de Asociaciones de defensa del Patrimonio: ADTA, Ben Baso, Valencina Habitable, Guzmán Habitable o Amigos de los Jardines de Forestier.
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